26 may 2010

REMEMBRANZAS DEL V WATUNAKUY REALIZADO EN QUEROMARCA Y RAQCHI CUSCO PERU

El camino por la vida…
14 Y 15 de mayo del 2010


RECUPERANDO LA SABIDURIA ANCESTRAL PARA LA CONSERVACIÓN DE LA DIVERSIDAD BIOCULTURAL Y LOS LUGARES SAGRADOS PARA EL “VIVIR BIEN” EN ARMONIA CON LA MADRE TIERRA
En estos últimos tiempos los efectos de la crisis ambiental, social, espiritual y el cambio climático son realidades presentes y permanentes que nos afecta local y globalmente. Las temperaturas extremas y en tiempos no acostumbrados, la desaparición de las capas de hielo de las montañas sagradas, la disminución de los caudales de agua o la sequedad de los manantes, las dificultades en la agricultura y ganadería de las zonas altas, la progresiva extinción o muda de una diversidad de plantas y animales por la destrucción de sus ecosistemas son algunos signos de que algo no está bien. De que una gran desarmonización entre hombre (sociedad) y naturaleza está ocurriendo. Estas preocupaciones hacen que se instauren los WATUNAKUY o las visitas de encariñamiento y aprendizaje mutuo entre familias, comunidades, pueblos y regiones. Estos espacios/tiempo denominados watunakuy o visitas recíprocas las realizaron nuestros ancestros y nosotros lo heredamos y ahora lo vivenciamos. Las visitas son para intercambiar, compartir, contar y proponer alternativas y estrategias frente a estas desarmonías y desequilibrios entre los seres humanos, la naturaleza y las deidades a la vez que fortalecemos nuestra cultura y pertenencia diversa.
Es viernes 14 de mayo de 2010; el primer día del V Watunakuy.
Los rayos de Tayta Inti (padre sol) asoman por las cimas de las montañas sagradas, antes nevadas, del Apu Awkisa (Señor Awkisa). Sus rayos calientes juguetean por entre las casas, las plantas, los animales y las personas de la comunidad de Queromarca.
Muchas personas de los países hermanos (Chile, Bolivia, y Argentina) y de otras naciones más lejanas y tierras cercanas (Lima, Junín, Arequipa, Cusco y Puno) vinieron aquí, a la comunidad de Queromarca, a vivenciar, intercambiar, preguntar y también a contar sus preocupaciones referidas a la biodiversidad, el buen gobierno y el cambio climático, en un ambiente de cariño y respeto mutuo entre comunidades, pueblos y regiones.
En las inmediaciones del patio de la Institución Educativa que acoge a los visitantes se oyen los sonidos del viento y las montañas que se tornan en melodías eternas cual suspiros de ancestros que se hacen presentes. Son jóvenes, niños y niñas (estudiantes de primaria y secundaria) que llegaron del Cusco, Paruro, Patacancha, Pitumarca, Labraco y Sicuani para acompañar este V Watunakuy y en su alegría interpretan melodías conversando con sus siku (zampoñas), quenas y tambores.
Un sinnúmero de personas se aproximan al patio principal de la escuela. Muchas de ellas alborotan la mañana de colores y formas mil. Son los colores de los múltiples pueblos de esta nuestra América eterna que responden a la invitación. En los altavoces se oyen saludos cordiales y bienvenidas emotivas a las personas, a sus pueblos y deidades que se encarnan en cada uno de ellos.
Al son de las melodías telúricas de los pututos (caracolas marinas) y las miradas emotivas de los Apu Q’aqya, Awkisa, Qanchinisu y la Pachamama de Queromarca nos dirigimos a un espacio sagrado de la comunidad. El incienso, el copal, el palo santo y el anís unen sus aromas en una danza bajo la batuta de las plumas del Kuntur Apuchin (cóndor) y nos preparan para comulgar y sintonizarnos con la Pachamama y los Apu a través de la abuela coca.
Al tanto, maestros andinos, en lenguas de hombres y dioses, ofrendan manjares, flores y hojas de coca de los participantes para el permiso de este V Watunakuy. Cual ráfaga de viento de colores se hace presente un halcón y revolotea ágilmente por sobre la multitud y luego se aleja al infinito formando círculos cada vez mayores.
-¡Es el Apu…! –gime la multitud.
En un lado, en este bullir de emociones, aromas, sabores, colores, melodías y cantos entre personas, deidades y naturaleza, las semillas diversas de la Mama Sara se regocijan sobre la chakana ancestral (un anda en forma de cruz andina). Es el corazón de esta gran ceremonia, la diversidad de semillas patrimonio de los pueblos originarios, imprescindibles para la vida no solamente de los que cultivan, sino para toda la humanidad.
La partida de las autoridades comunales, los sabios andinos y los sabios de la comunidad transportando a la Mama Sara (Madre Maíz) sobre la chakana ancestral indica que la peregrinación al ayllu sagrado de Raqchi ha iniciado. La caminata se extiende y los sones ancestrales del Qanchi, del wayri y del sikuri totalizan nuestro paso por la pacha presididos por una gigantesca wiphala que como crisol condensa los mil colores del arco iris.
Descansamos a orillas del Willka mayu (rio sagrado) eterno. Él con su mirada entre triste y alegre y su guirnalda de plástico nos dice que las cosas no están bien y que es tiempo de volver. Le decimos que este andar es largo y penoso, pero que sí lo haremos y que no estamos solos. Que los hijos del arco iris aún estamos aquí. Al frente, los mallki (abuelos ancestrales) guardianes del ayllu sagrado de Raqchi lo oyen todo.
El júbilo y la alegría de las personas de Raqchi nos llenan de emoción y entramos por un pasacalle de personas. A un lado están las hermanas y a otro los hermanos. Al final nos unimos y avanzamos. Los maestros piden permiso a los mallkis guardianes del ayllu de Raqchi, que se escondieron de las tropelías de los extirpadores. Estos son otros tiempos -nos dicen. Los abuelos nos dan la bienvenida.
Entramos al ayllu sagrado de Raqchi. Sus enormes muros y sus piedras eternas se estremecen de emoción. Se unen al latir de los peregrinantes y se esparcen al cosmos infinito. En una de las plazas, donde antes conversaban sabios y personas de todo el Tahuantinsuyu, nos detenemos. El aroma del incienso, el copal y el palo santo apresuran su paso para calentar y limpiar el lugar de conversación. La chakana ancestral portada por cuatro sabios y que lleva sobre sí a la Mama Sara y otra semillas se sitúa en el centro de esta gran plaza acompañado por los maestros y los sabios de la comunidad; a la par, una infinidad de semillas asoman sus caritas de wawa (bebe) entre las mantas floridas de sus uywaq (mujeres criadoras) ubicadas en un gran círculo. Es momento de conversar con los dioses y la Madre Tierra para hacer que estas semillas se tornen eternas mensajeras de la vida y que críen a la humanidad por siempre desde sus diversas personas. Los maestros entran en diálogo y las palabras surgen en lenguajes milenarios. Las semillas reciben los encargos y piden a las personas su cariño y respeto. Los maestros le cantan con ternura y dedicación; le susurran con cariño y respeto mil harawis (poemas) ancestrales.
Los aromas del incienso y el copal se esparcen con más emoción y los sones de melodías ancestrales se dejan oír. Este es el momento de sintonía, relación y conversación sagrada entre los humanos, las semillas y las deidades, porque aquí en los andes la conversación trasciende a la vida humana. Las melodías de los instrumentos musicales hacen que las danzas se tornen diversas como la vida misma; y que para otros oídos sería sólo caos y bullicio. La danza de humanos se une con el danzar de las semillas y del cosmos en una sintonía armónica entre todos.
En este encuentro sagrado, la diversidad de semillas, siguen siendo el centro de la vida, de la cultura, de la sabiduría de estos pueblos milenarios, que con sus valores, respeto, cariño, afectos y visiones vivieron y siguen viviendo en equilibrio y armonía con la Madre Tierra. Es algo que tenemos que visibilizar y fortalecer para hacer frente a esta crisis ambiental, social y al cambio climático.
Es el ocaso, Tayta Inti se apuesta a descansar y soñar con el pasado como futuro luego de tanta emoción entre los humanos y las deidades.
Por la noche, es Tayta Nina (el abuelo fuego) que se encarga de reunirnos. Con su calor, en estas noches frías de la sierra sur, hace que conversemos ágilmente y que ningún aspecto o situación sea impedimento para decir lo que sentimos. La palabra fluye y nos transporta a un sentimiento de esperanza y lucha y que se vislumbra en nuestras propuestas y sueños.
Es sábado 15 de Mayo segundo día del Watunakuy. Ahora es tiempo de conversar con mayor detenimiento sobre aspectos que atañen a nuestras vidas, a la de la Madre Tierra y las deidades en Queromarca, el Perú y el mundo. Las personas se desplazaron a la mesa donde se inscribieron con anticipación. Se tiene cinco mesas de conversación con los siguientes temas:
a) Biodiversidad, crianza de la chacra y las ánimas de las semillas
b) Buen Gobierno y autoridades originarias
c) Educación y Artes Sanas
d) Agua y Cambio Climático
e) Salud Humana, Paisaje y Comidas
Las mesas de conversación están dirigidos por personas de distinta procedencia a manera de equipos. La metodología principal a emplearse es el testimonio oral y la graficación consensuada por subgrupos de trabajo. Una parte de las conclusiones son presentadas mediante el drama o el teatro. En ese marco, las presentaciones son como siguen:
a) Biodiversidad, crianza de la chacra y las ánimas de las semillas
El grupo presenta la relación y la importancia entre la agrobiodiversidad, la crianza de su variabilidad en las chacras y el mantenimiento ritual de las semillas como alternativa ancestral en estos tiempos de crisis ambiental, social y espiritual.
b) Buen Gobierno y autoridades originarias
EL grupo presenta las prácticas que los gobiernos de turno tienen para con los empresarios privados extranjeros y las organizaciones indígenas / campesinas en defensa de sus territorios, sus saberes y la naturaleza. Se aprecia también las formas en que algunos dirigentes traicionan a las organizaciones indígenas / campesinas ya sea durante las conversaciones con el gobierno o con los empresarios privados.
c) Educación y Artes Sanas
En este tema la conclusión que presenta el grupo es la manera en que algunos partidos políticos desarrollistas basados en la técnica y el mercado neoliberal moderno manipulan la educación como la panacea que enriquecerá a todo el mundo. Por otro lado, presenta también a otra facción que plantea una educación diversa e intercultural sobre la base de los saberes ancestrales y las artes sanas para construir sociedades plurales y promover alternativas de desarrollo distinto al bienestar moderno sólo humano y tendiente al sumaq kawsay (buen vivir).
d) Agua y Cambio Climático
El grupo presenta la injusta relación que tiene el agua y sus fuentes y toda la vida que de ella depende con la actividad minera. El drama es que la actividad minera sin responsabilidad social destruye las fuentes de agua y la vida del entorno y más allá.
e) Salud Humana, Paisaje y Comidas
En esta mesa se converso sobre la relación entre lo que se come y lo que es. Se recordó como nuestros abuelos nos transmitieron sus saberes, las maneras de mirar y confiar en las señas y el hacer los rituales para que la Madre Tierra nos dé frutos sanos. Se tomó acuerdos para fortalecer nuestras tradiciones de la comida sana.
Es la tarde del segundo día y las masas de toros aradores (yugos) esperaban con ansias la conclusión de las mesas de trabajo. Una vez terminado el trabajo de las mesas y almorzado juntos nos dirigimos al patio mayor de la Institución Educativa. Luego, las semillas que las madres criadoras de la comunidad trajeron se aprestan a recibir la ofrenda tradicional andina, acompañadas con claveles, la hoja sagrada de la coca y la aroma fragante del incienso. Las autoridades de la siembra ritual (Qullana y Qaywa Qullana), sabios y sabias de la comunidad invocan y agradecen a la Pachamama y los Apu por las cosechas y para que estas semillas nos alimenten durante todo el año. Al cabo de este ritual se intercambian y comparten las semillas ofrendadas entre los agricultores, la gente que desean y los visitantes. Este es otro modo de asemillarse en esta siembra ritual para tener mayor diversidad de cultivos.
Ahora, es tiempo de la siembra ritual. Todos los yugos, adornados con flores de clavel y serpentinas, se desplazaron tras los de las autoridades. Se hace un gran círculo danzando a los sones y cantos del Qanchi ancestral.
Al finalizar la siembra ritual nos despedimos con alegría y emoción de haber compartido dos días intensos de vivencia y que nos permitirán revitalizar la diversidad de semillas, los lugares sagrados y nuestras autoridades. Por otro lado; continuar con el debate y dar respuestas a estos graves problemas que hoy amenazan la vida principalmente de las comunidades rurales en nuestra América profunda y garantizar la soberanía de nuestros pueblos originarios.
De este modo los participantes nos despedimos de este V Watunakuy. Una vez más esta visita nos permitió conversar sobre otras alternativas de relacionamiento, intercambio, cariño y respeto para articular el territorio, la biodiversidad, la cultura, la religiosidad y sus lugares sagrados para seguir viviendo junto a la Madre Tierra.
¡¡Haylli Apunchiskuna!!
¡¡Haylli Pachamama!!
¡¡Haylli V Watunakuy!!
Con cariño y respeto
Equipo CEPROSI: Elena Pardo, Melquiades Quintasi, Gerber Sullca Peña

Centro de Promoción de Sabidurías Interculturales – CEPROSI
Av. Oswaldo Baca N° 309 – Urb. Magisterio Cusco - Perú.
ceprosi@speedy.com.pe
elenapardoc@gmail.com

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