11 jun 2010

22 de abril: Día de “La pachamama”.

por Josefina Blanco Pool*

Las formas culturales y configuraciones que se representan en los contextos en los cuales nos relacionamos, no pueden dejar de ser vistos, como espacios de intercambio, y de riqueza, en donde el hombre va reproduciendo ciertos categorías y representaciones en la cotidianidad de su vivir en el mundo.
Decir esto, implica reconocer que las formas de nombrar o de interpelar un hecho fáctico, adquiere diferentes magnitudes de acuerdo a la carga semántica inscripta en nuestro decir, en nuestra lingüística, como uno de los principales modos de comunicación occidental.
Si sabemos el poder de la semántica y el poder de este en el mundo social y comunicacional en si, entenderemos que quizás no sea lo mismo decir: “reivindicación que conmemoración”, decir “día de la pachamama que día de la tierra”; hablar de “conciencia ambiental y armonía con la madre tierra” que decir “seminarios de impacto y problemáticas ambientales”.
Que hablamos, como lo hablamos y desde que lugar lo hablamos, no es algo indistinto, es justamente como nos vinculamos, como entendemos la problemática en si y como nos conduciremos a transformarla.
Allá a lo lejos y hace tiempo…
Un 22 de abril de 1970 a instancias de un senador norteamericano Gaylord Nelson, se instaura esta fecha como el Día de la Tierra. Esta reivindicación era una forma de acentuar la importancia de la conservación de los recursos naturales del mundo. Temática que con el correr del tiempo se ha convertido en un importante “acontecimiento educativo e informativo” y, desde 1990, es una celebración global del medio ambiente. La celebración incluye que, año tras año, diferentes grupos y organizaciones ecologistas difundan los problemas medioambientales del planeta y realizar campañas para su protección.
De esta manera, en todos los rincones del mundo con diferentes lemas o tópicos, se difunden propuestas para conmemorar este día: desde seminarios, charlas y debates con expertos en el tema hasta festivales que promueven el cuidado ambiental. La idea es configurar espacios educativos y sociales en donde, niñ@s, jóvenes y adultos, tomen conozcan y realicen tareas y/o actividades de diversa índole para ponerse en contacto con la temática ambiental.
Acá cerca, hace tiempo y ahora también...
Este día, se ha instaurado en las agendas de organizaciones, instituciones y organismos que trabajan en pos de promover que la sociedad conozca los impactos, las causas y consecuencias de un medio ambiente en problemas.
Los discursos actuales plantean con estudios e investigaciones la difusión de datos en los que se exponen, índices, cifras e impactos, reflejando las consecuencias del accionar y abuso irracional del hombre, y las transformaciones generadas en la naturaleza.

Instituida la problemática en el ámbito social, debemos pensar que si bien la temática hoy ha adquirido la mirada de gobiernos y se ha instalado, los atropellos sobre la tierra distan de ser recientes y que hay formas diferentes en donde el cuidado, la conservación con una convivencia con la tierra es posible y son alternativas a la lógica occidental y a los niveles de consumo de los países del primer mundo. Esta alternativa es autentica y milenaria y es parte del legado cultural de las culturas originarias y su amor a la tierra, como parte de ella y valoración de la misma como insumo y ámbito de vida.
Es en este sentido y en este ámbito de reivindicación propuesto, desde donde queremos compartir la importancia de este día, entendiendo la necesidad de reconocer y proponer una cosmovisión diferente a la lógica instaurada, de uso y abuso de la tierra, causa directa de las transformaciones y problemáticas que hoy nuestra tierra padece; por una cosmovisión integral, humana e inclusiva con la naturaleza.
Una lectura en la cual somos participes de los cambios, como parte de la naturaleza, una lógica que escape a la cultura occidental de ser dueño de la tierra, sino ser parte de la misma. Una cosmovisión que rescate la mirada andina, que proponga otra mirada desde otra lógica y que pueda complementar nuestra mirada.
Sin duda lo que esta sucediendo en Bolivia, es una oportunidad para poder acompañar esta lógica y estos procesos de cambio, desde una visión Latinoamérica de compartir esta cosmovisión y trabajar, siendo los cambios de nuestra madre tierra lo que hoy se esta discutiendo en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra convocada por el presidente boliviano Evo Morales.

Un encuentro que en oposición a la lógica capitalista de los países participantes de la cumbre de la ONU celebrada en Copenhague, buscará respuestas a la crisis del cambio climático en las propuestas de los pueblos indígenas, las organizaciones sociales y los activistas en la defensa del medio ambiente.
La cosmovisión andina asume la diversidad como una riqueza y como un derecho exigible, lo pluricultural y multicultural, como ámbitos sagrados de relación de respeto intercultural que exigen consenso y equilibrio, con la naturaleza. Se trata de sustituir una interculturalidad asimétrica, dominadora, una forma de relación con la naturaleza, por una interculturalidad de consentimientos mutuos y prioridades consensuadas.
Nuestra Pachamama.
Hablar del Día de la pachamama es recuperar lo originario y lo ancestral, desde el amor, cuidado y convivencia armónica, es hablar de respeto y de reconocimiento por identificación y pertenencia a nuestro suelo, es hablar de que todos somos seres interdependientes en la naturaleza y que reconocemos toda forma de vida independientemente de su utilidad, es hablar de ser parte y no dueños, hablar de vida, de biodiversidad.
Es por esto que hoy decimos que es el día de La Pachamama, de nuestra madre- tierra, con el respeto a las formas de convivencia ancestrales y a la biodiversidad como forma de vida saludable, equilibrada y digna.

* Lic. Comunicación Social- Integrante del área de comunicación de APADIM Córdoba

La mega-minería que enferma

La salud del pueblo de Andalgalá, en Catamarca, parece no importar para la gente de Bajo la Alumbrera, una de la mineras más grandes del mundo que explota las tierras de ese suelo, además de unos cuantos derechos. El siguiente es un informe exclusivo para Nativa que Josefina Blanco Pool escribió tras haber viajado especialmente al lugar.

“Estamos dispuestos a morir en esta causa. Fui bebé, niño, joven, me enamoré, críe a mis hijos, vi a mis nietos crecer… No voy a dejar que destruyan mi pueblo… ¿cómo voy a dejar que lo destruyan?” (Raúl Martínez, 73 años, andalgalence).

Andalgalá es una ciudad ubicada en la zona centro de Catamarca, a 240 kilómetros de la capital. Con una población de 18 mil habitantes, la ciudad se presenta entre la inmensidad de sus cerros, paisajes de postales y calles anchas, una catedral imponente y casas bajas, con un clima semi árido y pobladores amables. Andalgalá es una bella ciudad de la cual muchos se enamoraran y hacen tierra definitiva allí.
Pero en la profundidad de este cuadro, hay un dolor manifiesto y una lucha comunitaria, combativa y sentida en cada rincón. Una lucha penetrante y fuerte que se esparce en el horizonte del pueblo, en las voces y miradas de sus habitantes. Esta actitud combativa se fortalece con la valentía y el amor a la tierra, con una contundencia que se expresa en una digna resistencia. Imagen impactante: allí en el horizonte, enmarcando la belleza del pueblo, está el gran cerro Aconquija, montaña sagrada, que esconde entre sus cerros aledaños la mina de oro y cobre más grande del país. Lo que se traduce en expropiación, contaminación y penetración cultural y social de la faraónica obra de una de las más grandes mineras del mundo: “Bajo la Alumbrera”.
¿Qué significa est
e emprendimiento en Andalgalá? Mega minería metalífera a gran escala y a cielo abierto, que remueve por día 340 toneladas de roca y utiliza por minuto 66 mil litros de agua; cuatro derrames tóxicos comprobados, denuncias por contaminación, innumerables acusaciones por incumplir sus promesas de trabajo y bienestar regional, recurrentes actos de hostigamiento, acentuados por el proceder ilegítimo del grupo policial “Kuntur”*, bastión represivo que actuó impunemente ante el levantamiento popular del 15 de febrero de 2010.

¿Cómo funciona? Ext
racción y contaminación
El proceso de extracción consiste en dinamitar las paredes de la montaña, transformar las rocas en polvo y diluirlas en sopas ácidas que purifican el mineral. Todos los desechos son destinados a un enorme basurero, de 30 hectáreas y 150 metros de profundidad, llamado “dique de colas”. Por cada tonelada de roca se obtienen seis gramos de oro y seis kilogramos de cobre.

Este método de remoción de las montañas acelera la producción de sulfuros, que con el aire y el agua producen drenajes y lluvias ácidas, lo que implica contaminación de suelo, aire y agua.
Las leyes de fomento a la actividad del gobierno nacional, con sus regalías y exenciones impositivas, junto con la pleitesía de funcionarios provinciales y municipales, dan lugar a que estas grandes empresas presenten informes técnicos de impacto ambiental que no tienen en cuenta los impactos en la salud de los habitantes de la zona de influencia.

La salud, un derecho vulnerado.
Una de las preocupaciones más fuerte en la población de Andalgalá, son los efectos de la actividad minera en la salud de las personas.
La inquietud se manifiesta en dos cuestiones claves: la falta de información epidemiológica, ya que ningún organismo oficial realiza (ni da a conocer) estadísticas sanitarias, cuestión llamativa, por cierto; y, por otro lado, el aumento sostenido en el tiempo de enfermedades respiratorias, tipos de cánceres por encima de la media nacional y de enfermedades atípicas que “aparecieron” en la población.Frente a esta situación de irregularidad y desconocimiento, un grupo de médicos, algunos de los cuales trabajan en el hospital de la zona, elaboraron un informe detallando cifras, diagnósticos y ten
dencias preocupantes.
El cardiólogo Dr. Luis Flores, integrante de este equipo médico, como trabajo de tesis de una maestría en Salud Pública investigó la incidencia de los casos de cáncer en Andalgalá, obteniendo algunos datos elocuentes: “La incidencia de osteosarcoma,
un cáncer de hueso que se da en niños y jóvenes de entre los 5 y los 20 años principalmente, es de seis casos por millón de habitantes. En Andalgalá tenemos 18 mil habitantes y 3 casos de este cáncer, o sea que trepamos en incidencia al 2.400 %”. En cuanto a la presencia en la población de enfermedades raras, detalló el “surgimiento” de la miastenia gravis, esclerosis múltiple, enfermedades del colágeno. “La incidencia de la esclerosis múltiple es de 1 caso por 10 mil habitantes o 1 caso por 30 mil en algunos lugares. Nosotros tenemos 18 mil habitantes y tenemos 10 casos registrados, es decir, una incidencia que supera el 500 %”.
Las afecciones respirat
orias en pacientes pediátricos
El notable incremento en patologías respiratorias en bebés y niños muy pequeños, es un tema preocupante para los profesionales que se desempeñan en el área de pediatría del hospital público de José Chain Herrera de Andalgalá. Estas afecciones y la inter-consulta médica con otros especialistas, junto con las derivaciones por falta de insumos, muestran un panorama complejo: pacientes pediátricos reincidentes, falta de estadísticas actualizadas de áreas centrales del hospital, enfermedades complejas que demandan nuevos tratamientos o patologías más complicadas de revertir.

El discurso sobre el progreso que reproducen las empresas mineras, ya no se sostiene. Atenta contra la vida, contamina y aniquila a la Naturaleza, y con ello, las alternativas productivas de la región, produciendo, a su vez, niveles crecientes de enfermedad y desarticulación de identidades comunitarias.

“Acá hay un factor que esta desequilibrando el organismo”
Para conocer un poco más de esta situación, entrevistamos a la Licenciada en Kinesiología y máster en Salud Pública, Adriana Sánchez, jefa de servicio del kinesiología del hospital.
¿En el hospital hubo un incre
mento de enfermedades respiratorias que te resulte llamativo y que deba ser tenido en cuenta?
Sí, inclusive algunos de esos datos se han seguido a través de estadísticas de cómo ha aumentado la patología respiratoria específicamente y estamos con patologías nuevas. Patologías que en otros momentos las sacábamos adelante en 10 o 15 días, en estos momentos cuestan más, hay que apoyarse de medicación. Hay pacientes que son reincidentes en el servicio, que llegan a internación y estamos teniendo niños de una semana de vida que ya están con tratamiento kinésico.
Entre los indicadores como instrumentos de evaluación del estado de situación de salud pública, ¿qué importancia tiene conocer los índices de morbilidad* y de mortalidad?
Es muy importante porque la
mejor medicina que hay es la profilaxis. Lo ideal sería que el paciente haga sus consultas al médico, cualquiera sea su especialidad, antes de tener problemas. Entonces los índices de morbilidad y mortalidad son importantes para tratar de atacar justamente las causas o el factor desencadenante de tal o cual circunstancias. Desde el servicio de kinesiología, sí tenemos relevamientos diarios, de qué cantidad de pacientes se atienden, por cuál patología y quiénes lo derivan. La historia debería ser introducir la menor cantidad de químicos en el organismo de un paciente, y mucho más aún en un bebé que sabemos que es un organismo nuevo que se está adaptando.
¿Se puede vincular el incremento de estas afecciones respiratorias con la explotación de la minera?
Hoy hablamos que no se hereda la enfermedad, sino que se hereda la predisposición. Una madre diabética no tiene obligatoriamente un hijo diabético, pero ante determinadas circunstancias y suma de determinados factores, es más factible que en otros chicos que este paciente sea diabético. Acá lo que tenemos que ver es cuál es el factor desencadenante, pero eso lo tiene que ver el médico que es el responsable de ese paciente, yo recibo al paciente con un diagnóstico específico, pero yo no tengo la fuerza suficiente para emitir una causal, la puedo sospechar, pero eso lo tiene que decir el médico.

Lo importante es ver las estadísticas y evaluar la cantidad de pacientes que se atienden en los servicios del hospital. Y uno de los que tiene mayor registro de pacientes y mayor demanda, sean hospitalarios o de consultorios externos, es el área de pediatría.
La necesidad es que se investigue las causales de lo que está pasando, acá todos convivimos, tomamos la misma agua, todos respiramos el mismo aire, pero acá hay un factor que está desequilibrando el organismo.

Notas al pie:
*El Grupo Especial de Operaciones KUNTUR, constituye un equipo policial capacitado y entrenado física, intelectual, táctica y operacionalmente para llevar a cabo tareas de alto riesgo en apoyo de las unidades que realizan tareas de prevención.

*Morbilidad: indicadores que intentan estimar el riesgo de enfermedad (carga de morbilidad), cuantificar su magnitud e impacto. Los eventos de enfermedad pueden no ser fáciles de definir y pueden prolongarse y repetirse en el tiempo, lo que plantea dificultades en la elaboración de indicadores de morbilidad.

* Lic. Comunicación Social- Integrante del area de Comunicación Institucional de APADIM Córdoba

El espíritu asambleario: nuevas prácticas políticas y articulación de identidades.

Por Josefina Blanco Pool *

“Un nuevo espíritu asambleario, un sentido de identidad que se comenzó a gestar en base a la dignidad” (de un integrante de la asamblea El AlgarroboAndalgalá, Catamarca).

(CbaNoticias) Cuando escuché esta frase por primera vez, comprendí que lo genuino de estas palabras sólo iba a ser valedero cuando pudiera ir decantando en mi cabeza qué es lo que entiendo por identidad, por dignidad, por espíritu asambleario. Esto me llevó a la idea de pensar que la legitimidad de su contenido sólo logra comprenderse cuando uno puede desentrañar y apropiarse de las razones por las cuales uno resiste, lucha o participa. Y claro, sabemos que las palabras y las acciones, sólo cobran significado en los contextos sociales en los cuales se inscriben.

¿Qué es el movimiento asambleario?

Las asambleas son grupos sociales de resistencia. Es el pueblo organizado en una lucha que los une: la oposición al modelo neocapitalista de saqueo y contaminación. Estos movimientos proponen ser espacios autónomos, diversos y plurales, estableciendo la horizontalidad en sus decisiones y acciones.

La posibilidad de construir esta alternativa de lucha en comunidad, permite recobrar el sentido de identidad y de participación que fue vilmente saqueado principalmente en los años de la dictadura del 76. Destruyendo y socavando desde diversas formas los espacios sociales, rompiendo las particularidades desde la homogeneidad y enflaqueciendo el trabajo colectivo y el accionar de los pueblos. La finalidad: la destrucción de los consensos sociales y sentidos y la desarticulación social con la pérdida del sentido de comunidad.

¿Por qué hablamos de alternativa? ¿Cómo se forman estas modalidades de lucha?

Su postura crítica y de denuncia, genera la constitución de sujetos pro activos y empáticos con el mundo que los rodea, acentuando en su interior la participación plena y real, un funcionamiento participativo que excede en su visión global las prácticas políticas cristalizadas o sectorializadas según jerarquías o verticalismo, proponiendo claras formas de empoderío y de ejercicio democrático directo.

Las relaciones gestadas al interior de las asambleas buscan el permanente mejoramiento de las relaciones entre sus miembros, fomentando la producción de saberes y lugares de encuentro. He aquí una construcción social dinámica.

Esta composición diversa y dinámica de los grupos asamblearios se constituyen no sólo en espacios de participación comunitaria, sino también de rearticulación de identidades locales y regionales. Esto es así, porque se generan lazos de identidades comunes al dimensionar su causa: la lucha a favor de la vida y en contra de las políticas del actual modelo extractivo neoliberal. También se unen en el plano de lo espiritual al sostener y hacer efectivas acciones de respeto y valoración con el otro, y en el nivel de lo social, al proponer con la movilización, instancias de concientización y de participación en la sociedad.

Nuevos sujetos que se inscriben en lo social, construyen y ejercen el ser ciudadano.

Asamblea El Algarrobo. El NO a la megaminería y el SÍ a la vida.

La asamblea El Algarrobo nace con la explosión digna de vecinos autoconvocados que transitan una lucha incesante, frente a las medidas de saqueo y de entrega de la ciudad para la explotación minera. En este contexto el sentido común del pueblo se unió en un BASTA!

El lugar en el que se organiza la asamblea es en Chaquiago, un camino comunal, elegido para impedir el paso de las maquinarias y la instalación de la minera Agua Rica.

El predio es de uno de los vecinos del pueblo y está colmado de banderas de apoyo de asambleas de distintos puntos del país, que reivindican la causa con fuertes mensajes y colores, mostrando la firmeza de convicciones comunes en un imponente marco de fondo. En el horizonte, los nevados del Aconquija. Allí la lucha se planifica en extensas reuniones, bajo la sombra del algarrobo que le da el nombre a la asamblea. Las horas de guardia son largas, y las extremas temperaturas de Andalgalá (mucho calor y mucho frío cuando baja el sol), se amenizan con mates y la calidez de las voces cuando se encuentran. Los vecinos participan, hacen guardias, van rotando, cubriendo así las 24 horas de cada día.

No tan lejos de allí, ya en Andalagalá, la realidad muestra las evidencias de un neocolonialismo que adquiere nuevos mecanismos y estrategias de captación de conciencia, con la pleitesía del gobierno provincial y municipal.

La arqueología del saqueo, como llamo a los atropellos de este megaemprendimiento minero, muestra cómo los discursos fueron diseminándose y apropiándose de lugares comunes y de instituciones públicas. La sagacidad ideológica y los intentos de aculturación, son permanentes y persistentes.

Ejemplos: charlas y videos en escuelas, clubes y asociaciones, sobre los beneficios y el progreso de la actividad megaminera en Andalgalá; presiones de autoridades provinciales contras los docentes que están en contra de las minerías Bajo la Alumbrera y Agua Rica; encuestas comunitarias realizadas por entidades anónimas, midiendo la opinión del pueblo sobre las mineras; la existencia de calles con el nombre Agua Rica y la Alumbrera, carteles indicativos de calles con el logo y nombre de la Alumbrera. Y más.

La explosión del pueblo: los sucesos de Febrero

El pasado 15 de Febrero, por orden de la fiscal Marta Graciela Nieva, se intentó desalojar a las personas que se encontraban pacíficamente en la asamblea El Algarrobo. La medida de desalojo aducía la ilegalidad del corte de ruta por parte de los asambleistas, un acto impune por dos cuestiones centrales: el corte se encuentra apostado a la vera del camino comunal de Chaquiago y no es una ruta provincial; y como segundo punto, el lugar de la asamblea es propiedad privada.

Lo que sucedió: atropello y violencia de la fuerza policial en contra de un pueblo pacífico que no pudo defenderse. Las reproducciones muestran que en el momento de la represión había muchas personas en la Asamblea, entre los que se cuentan mujeres, niños, jóvenes, trabajadores, docentes, profesionales, amas de casa.

Las imágenes se difundieron solidariamente y con un profundo signo ético y de resistencia, en medios alternativos del país y en las asambleas que conforman la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) unidas por la misma lucha.

La represión fue contundente, balas de gomas, gases lacrimógenos, frentes organizados y bien provistos de policías del departamento Andalgalá, infantería de la provincia y el grupo de policía especial Kuntur. La postura del pueblo fue firme: defender la vida y oponerse a la minería que intenta destruir, contaminar y saquear los recursos naturales. La explosión social de un pueblo frente a la impunidad megaminería, y el rechazo a viejas formas de hacer política.

La posición de la asamblea y el pueblo de Andalgalá es clara: que se vayan estas empresas mineras, que sean retirados de sus cargos los responsables de la violencia desatada contra nuestros hermanos y que se dicte una ley de prohibición de la explotación minera a cielo abierto en nuestra provincia y en nuestro país. Sólo de este modo se restablecerá la paz social en esta ciudad y en todos los pueblos en que la gente está resistiendo como puede en contra la megaminería química y radioactiva.

Después de lo vivido, de las intensidades de los encuentros y de las emociones compartidas, de sentir como propias las luchas del pueblo, me paro y recreo en mí, estas percepciones. Y entiendo que aquellas razones que intenté comprender son ahora más claras y contundentes: hablan de acción colectiva, participación en la lucha, sentidos de pertenencia, de comunidad, identificaciones distintas que desde la autenticidad propia de las personas, fueron fortaleciendo un espíritu común, un espíritu asambleario.

Así finalmente comprendo: la lucha se multiplica y tiene una visión global porque articula estas identidades fragmentadas que están dispersas pero se nutren al pelear ante una misma causa. Toman para la lucha diferentes formas o modos, pero tienen el signo de pensarse en conjunto. Nuevos sujetos sociales que se van inscribiendo en la vida política, en el orden social, político y cultural.

Consciente de esto, recordé aquella frase que me movilizó y con la cual comencé este escrito y pude comprender esta vez con certeza, que la urgencia y la fuerza de estas palabras eran la máxima expresión de una resistencia digna, un sentir latente y claro, un proceso de lucha que era reivindicativo. Lo que estaba en juego era: la dignidad y la autodeterminación de un pueblo. Esta es la esencia de la lucha que esta arraigada en el pueblo de Andalgalá.

* LIc. Comunicación Social , Integrante del equipo de Comunicación Institucional de APADIM Córdoba.

El otro Bicentenario: Andalgalá y la megaminería

Por Eugenia Fernández para CbaNoticias.(*)
Antes de empezar este relato pensé en varias cuestiones, en cómo lo articularía, cuál sería el eje que debería seguir para transmitir un mensaje, cuáles las palabras que debería utilizar en mi discurso para poder intentar reflejar lo vivido. Por otro lado, pensé y me situé en el lugar en el que elegí pasar este fin de semana. Y sí, no fue un fin de semana largo como cualquier otro. Por el país hubo un sinnúmero de festejos. Y sí, hace doscientos años un par de locos para la época, lucharon por liberar al país de la corona española. Desde entonces, la historia oficial nos cuenta que ese 25 de Mayo de 1810 se escuchó el primer grito de libertad.
Estuve en Andalgalá, provincia de Catamarca, ciudad rodeada de bellas montañas, cerros, y el más grande e imponente Aconquija, característico por sus picos nevados durante las cuatro estaciones del año. Allí escuché voces de niños, jóvenes, ancianos; estudiantes, amas de casa, profesionales; maestras, empleados públicos, y más. Cada una de esas voces fueron distintas y también iguales. Sí, así es, distintas por la particularidad de las historias de vida; pero al mismo tiempo, iguales en el sentir. Sentirse parte de un pueblo, con sus costumbres, sus callecitas, sus algarrobos, sus olivos, sus niños en la calle jugando a ser felices. Y esto se percibía en los más sublimes aromas a leña, la identidad del andalgalense. La unidad en la diversidad, eso es identidad.
No obstante, este sentido de identidad ha sido flagelado desde hace un poco más de una década cuando se instaló y comenzó a funcionar el proyecto megaminero de Bajo La Alumbrera. Esta multinacional llegó con los más típicos discursos que caracterizan a estos emprendimientos: progreso, desarrollo y trabajo. Trece años después, vemos que esas promesas nunca se tradujeron en hechos concretos. Al contrario, hoy Andalgalá es la ciudad con la más alta tasa de desocupación de la provincia de Catamarca.
Esto forma parte, una vez más, de las estrategias de estos gigantes transnacionales: empobrecer hasta hacer creer a una población que son la única salida posible. Se colaron por los resquicios más mínimos de la sociedad, fragmentándola, dispersándola, contaminándola.
La contaminación social y la perversidad en el discurso de las empresas
Pude percibir muy claramente a qué hizo referencia una vecina cuando la escuché hablar de contaminación social. Claro, pues como no se va a contaminar el tejido social si la penetración ideológica con su correlato y los intentos de aculturación, son permanentes y persistentes. Existen en la ciudad dos calles que tienen el nombre de las mineras, una es Alumbrera, otra es Agua Rica. A su vez, hay varios carteles, de esos que indican los nombres de las calles, que tienen otro cartelito arriba con el logo y nombre de la empresa.
Otra: se pueden ver en algunos comercios carteles de una campaña de concientización del uso racional del agua con adhesión de Minera Alumbrera y hasta impulsados exclusivamente por la misma. Estas empresas utilizan 100 millones de litros de agua por día, además de contaminarla con el uso de sustancias altamente nocivas para la salud de la tierra y de las personas. Yo diría más bien: “Sea racional, pa’ irracionales estamos nosotros”. Hasta parece un chiste. Pero no señorxs, es en serio esto que cuento.
La empresa y los medios de comunicación
Juan Muro, dueño de radio La Perla, una de las radios que suenan en la ciudad, manifestó que hace un año y medio atrás, decidió dejar de pasar los anuncios publicitarios de La Alumbrera. La reacción inmediata de esta empresa fue convocar a los periodistas que trabajan en su medio y ofrecerles un sueldo bastante más alto del que estaban ganando, con el objetivo de que se fueran a otra de las radios, que en la ciudad la llaman “prominera”. Junto con esto, el municipio le sacó la propaganda oficial. Juan cuenta que de cinco grandes anunciantes, ahora sólo tiene uno.
Por otro lado, este es el único medio que les ha otorgado un espacio a los asambleístas de El Algarrobo para que puedan realizar su programa de radio. Este sale los sábados por la mañana de 10 a 12 y es enteramente producido por un grupo de integrantes de la asamblea.
La postura crítica evidentemente es mal vista y hasta censurada por el gobierno local. Los pocos periodistas que trabajan en esta radio, tienen vedado el ingreso a las conferencias de prensa que ocasionalmente pueda organizar el municipio.
El accionar de esta radio es la excepción a la regla: los otros medios pasan de manera continua publicidad de las empresas mineras y hasta tienen programas enteros que aluden a los enormes beneficios económicos-productivos de esta actividad.
¿Burocracia, inoperancia o complicidad estatal?
Allí donde el estado flaquea, la empresa está al pie del cañón. Faltan lápices y cuadernos en la escuela pública. La maestra levanta el teléfono y llama a La Alumbrera para solicitarlos. En unas horas, los niños ya cuentan con sus lápices y cuadernos. Por supuesto que con el logo de la empresa. Tienen muy claro cómo ir entrando en el inconsciente de esos niños. Mensajes subliminales van socavando esas pequeñas cabecitas. La camioneta que lleva la comida a los chicos de la escuela, también tiene el mismo logo.
Algunas obras públicas han sido subsidiadas mediante convenio de Minera Alumbrera y el municipio de Andalgalá. Una de las ambulancias del pueblo también fue adquirida con aportes de la empresa, por lo tanto podemos ver también el logo inscripto en ella.
Nada de esto es casual. La empresa responde ante la burocracia e inoperancia estatal. A su vez, el gobierno local refuerza el discurso empresarial, fomentando y favoreciendo el clientelismo producto de estas “acciones solidarias”.
Resistencia, dignidad y la libertad que queremos conseguir
“El primer grito de libertad tiene otro significado para nosotros. Creemos que defender la tierra, defender nuestra agua, defender la soberanía es estar diciendo ‘queremos ser libres’, no depender de multinacionales, que no nos invadan, que no nos cambien nuestra cultura, que podamos mantener nuestra presencia de pueblo andalgalence y no invadidos por extranjeros (…) yo elijo vivir tranquila con mi conciencia que creo que es defendiendo lo nuestro y diciendo NO a esta megaminería, ni hoy, ni mañana, ni nunca”, (Fátima, vecina de Andalgalá).
“Me molesta muchísimo cuando compañeros de la escuela me dicen: ‘Y bueno, de algo nos tenemos que morir’, yo digo, sí, claro que de algo nos tenemos que morir, pero yo me quiero morir de viejita nomás, no dejar que me asesinen” (Ana Laura, 15 años)
“No podemos entender y vamos a oponernos y vamos a seguir luchando contra estos emprendimientos mineros en nuestra provincia, porque ya llevamos 14 de años de mala experiencia con minera La Alumbrera y hoy en día recorremos los barrios de Andalgalá y están plagado de pobreza, de miseria, hay chicos desnutridos, no tenemos un hospital como debiéramos de tener, estamos absolutamente aislados por la codicia (…), estamos siendo empobrecidos de una manera deliberada para imponer una actividad megaminera como única alternativa de progreso y desarrollo” (Sergio, vecino)
Estas voces me llevan a repensar en esto que relata la historia oficial. Creo que, como dicen los asambleístas: mientras existan en Argentina pueblos “sacrificables”, personas “sacrificables”, desigualdad, violencia y contaminación, no hay motivos para festejar, sino urgencia por actuar en la construcción de una verdadera libertad.

Fuente:Cbanoticias.

* Lic. Comunicadora Social.